La importancia de lavarse las manos con un cepillo quirúrgico

 

El procedimiento que se debe seguir

Las manos son la vía más fácil para la transmisión de gérmenes, de los cuales, un pequeño porcentaje lo representan microorganismos no patógenos inofensivos que habitualmente se encuentran en la piel humana. Otros tipos de gérmenes, que se encuentran en el aire o sobre las superficies, como virus y bacterias, son responsables de muchas enfermedades, desde las más frecuentes y menos graves, como los resfriados, hasta las más graves. Algunos gérmenes sobreviven durante horas sobre las superficies y pueden transmitirse a los ojos, la nariz y la boca a través de las manos.

Por lo tanto, el lavado de las manos se convierte en una práctica fundamental para la prevención de infecciones, tanto en la vida social como en entornos sanitarios como hospitales, ambulatorios y clínicas dentales.

La situación de emergencia por Coronavirus que estamos viviendo nos exige que respetemos con más atención esta buena práctica de higiene para prevenir el contagio y reducir el riesgo de propagación del Covid-19 ahora y en el futuro. El lavado de manos se considera universalmente una medida de precaución fundamental para la prevención de infecciones.

 

Los 5 pasos fundamentales para el lavado de las manos

En entornos sanitarios, las manos deben lavarse en 5 pasos definidos por la Organización Mundial de la Salud

1. Antes del contacto con el paciente

El lavado de las manos debe efectuarse antes de tocar a un paciente, también para las situaciones de contacto normales, como acercarse o darse la mano.

2. Antes de realizar una maniobra aséptica

Lavarse las manos, preferiblemente con un cepillo quirúrgico, inmediatamente antes de cualquier maniobra aséptica, por ejemplo, una higiene bucal con la piel en mal estado.

3. Después de la exposición a un líquido biológico o bioaerosol

Lavarse las manos (después de quitarse los guantes) inmediatamente después de una posible exposición a un líquido biológico o bioaerosol, por ejemplo, después del contacto con mucosas, piel en mal estado o una limpieza dental.

4. Después del contacto con el paciente

Después de tocar a un paciente o haber estado cerca de él

5. Después del contacto con lo que se encuentra alrededor del paciente

Después de tocar cualquier objeto o mueble situado cerca de un paciente, incluso en ausencia de contacto directo con el paciente.

 

El lavado de manos antes de una maniobra aséptica

La antisepsia quirúrgica de las manos y el antebrazo consiste en un lavado completo con jabón antiséptico realizado por todo el equipo quirúrgico que tiene contacto directo con la zona operatoria aséptica, con el objetivo de reducir la carga bacteriana y la flora transitoria.

Para garantizar la máxima precisión, antes de realizar el lavado de manos, el trabajador siempre debe asegurarse de (CDC 2002/II, OMS 2006/II):

  • tener las uñas cortas, menos de 0,5 cm de largo;
  • quitarse las joyas, como relojes y anillos, ya que pueden albergar y transportar microorganismos capaces de contaminar una zona del cuerpo con patógenos potenciales (CDC 2002/II, OMS 2006/II);

El procedimiento debe realizarse antes de cualquier intervención quirúrgica simple o altamente invasiva y al finalizar la jornada laboral.

 

Lavado de manos con cepillo quirúrgico

 

Guía para el uso del cepillo quirúrgico seco

Existen diferentes tipos de productos en el mercado para el lavado quirúrgico. Entre los exfoliantes quirúrgicos más comunes se encuentran los jabones líquidos antisépticos o en espuma que se utilizan junto con el agua y con cepillos quirúrgicos secos.

Qué se debe hacer si se utiliza el cepillo quirúrgico seco:

  • Mojar las manos y los antebrazos hasta el pliegue del codo;
  • Evitar tocar la palanca del dispensador, si no dispone de fotocélula, y utilizar el codo para dispensar el jabón antiséptico;
  • Realizar la exfoliación quirúrgica y lavar los antebrazos y las manos durante unos minutos con agua del grifo;
  • Aclararse primero las manos y después los antebrazos manteniendo las manos por encima de los antebrazos para evitar que el agua gotee sobre las manos;
  • Limpiar meticulosamente el espacio debajo de las uñas con una lima adecuada;
  • Cepillar las uñas y las cutículas prestando atención a la zona interdigital con el cepillo quirúrgico seco previamente humedecido con solución antiséptica;
  • Al terminar, dejar caer el cepillo y la lima en la papelera correspondiente y aclararse primero las manos y después los antebrazos (manteniendo las manos por encima de los antebrazos);
  • Secarse las manos y los antebrazos con un paño estéril, empezando por cada uno de los dedos, palma/dorso, muñeca y, por último, el antebrazo hasta el pliegue.

Guía para el uso del cepillo quirúrgico con clorhexidina

En el mercado, también existen esponjas o cepillos quirúrgicos impregnados con clorhexidina o yodóforo o PCMX (paraclorometaxilenol). Se trata de productos a base de agua que no necesitan añadir jabón antiséptico.

Este es el procedimiento si se utiliza un cepillo quirúrgico con clorhexidina:

  • Mojar las manos y los antebrazos hasta los codos con agua. Las manos deben mantenerse todo el tiempo por encima de los codos;
  • Limpiar las uñas con la lima incluida en la caja del cepillo quirúrgico;
  • Utilizar la esponja para frotar las manos y los antebrazos. Para obtener espuma es necesario mojar y escurrir la esponja.
  • Utilizar el cepillo solo para frotar las uñas, las cutículas y la zona entre los dedos.
  • Al terminar, dejar caer el cepillo y la lima en la papelera correspondiente y aclararse primero las manos y después los antebrazos (manteniendo las manos por encima de los antebrazos);
  • Secarse las manos y los antebrazos con un paño estéril, empezando por cada uno de los dedos, palma/dorso, muñeca y, por último, el antebrazo hasta el pliegue.
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